La resaca del jolgorio

“A la danza y el canto, que son la sazón del banquete”
Homero, Odisea, Canto I. 152, p. 114

Mi sentido pésame a mi amigo Pancho Álvarez y familia,
por el sensible deceso de su señora madre

1).- Tiempo de hacer un balance

Terminaron ya las fiestas de julio. La misma historia de cada año. Oaxaca la eterna, la del huateque, la calenda, el convite y el folklore. La capital de las ferias y festivales. Parafraseando a Octavio Paz: cantamos, bailamos y gritamos, quizás para callar el resto del año. Miles y miles de visitantes del país y el extranjero atiborraron el Centro Histórico. Turismo extranjero con el mochilero. Hoteles casi al tope. Restaurantes del zócalo full. Museos, negocios de venta de mezcal, mole y chocolate, igual. Mercados y ferias artesanales recibieron una bocanada de aire fresco. Y el mito de lo ancestral detrás. Desde la nieve, la comida, las memelas o las tlayudas. Sin duda, julio representa un aliciente de nuestro turismo de temporada. Porque, aunque suene a rudeza, tal parece que nuestra capital, en el mapa turístico, sólo figura en Semana Santa, las fiestas de julio, el Día de Muertos y la Noche de Rábanos.

Ya se dieron las cuentas alegres de la Secretaría de Turismo, omitiendo, claro, el histrionismo enfermizo de la titular, Saymi Adriana Pineda, que fue tendencia en redes sociales. El derroche millonario en arreglos y demás. Se echaron las campanas al vuelo para ponderar el balance de la “visitación” y la derrama económica. El promedio de ocupación hotelera en los tres destinos turísticos principales. Nada del impacto de tres playas contaminadas: “Puerto Angelito” y la playa principal en Puerto Escondido y “La Boca” en Huatulco. Además, del efecto negativo de los abusos cometidos en la temporada, si es que acaso tuvieron un programa de medición. Pero, como se dice en nuestros pueblos: ya se echaron los cuetes, ahora a levantar los palitos.

2).- Y viene la resaca 

En agosto, septiembre y octubre el turismo va a la baja. Salvo los viajecitos por aquí y por allá del turismo oficial, nada qué festinar. Quienes viven de la industria sin chimeneas a bogar contra corriente. La competencia entre los establecimientos de hospedaje con la plataforma Airbnb, con certeza se agudizará. Un viraje en “el exclusivismo” gastronómico. Ahora sí, lo que caiga es bueno. Extranjero o chilango de medio pelo a mezclarse con el yoperío para disfrutar de la cocina ancestral y “de autor”. Hay que sacar para la renta y para la nómina. Tiempos de vacas flacas. Y si no hay para mezcal “El Silencio” o “Real Matlátl”, entre otros muchos, de precios por las nubes, aunque sea “hincha-patas” de tiendita de pueblo. En Puerto Escondido, luego del boom de marzo para acá, a adaptarse al turismo de morral. Ajustar precios para no hacerle la bolsa a Oxxo. Y no se sorprendan de la gentrificación en la capital oaxaqueña, en breve estarán peor.

Desde luego que faltan otros rubros, sin embargo, esta breve introducción es para llamar la atención de autoridades y organismos ligados a los servicios al turismo. Frente a otros destinos con menos atractivos y valor cultural, natural e histórico que Oaxaca, estamos pelas. Hemos construido muchos mitos, espejismos, distractores. Ni todo es folklore, ni todo es calenda, convite, mole, chocolate, mezcal, tlayuda, quesillo, tejate, Guelaguetza, “Lunes del Cerro”, “Bani Stui Gulal” o “Donají, la leyenda”. Ya nadie habla de la ruta a “La Ciudad de los Muertos” –Oaxaca-Tlacolula-Mitla-; o la “Ruta Dominica” –Teposcolula-Coixtlahuaca-Yanhuitlán-. Menos de nuestros pueblos mágicos. ¿Y de nuestros balnearios naturales en el Istmo, la Mixteca o Tuxtepec? Y, ¿qué ocurrió con los paradores que costaron millones en el gobierno de Ulises Ruiz? ¿O con el relanzamiento de Huatulco, postergado desde hace dos décadas?

Colofón: 

Que la SECTUR deje al lado el incorregible narcisismo de su titular –la mejor en 20 años, ¡Ufff!- y que quienes conocen el área –si no los han corrido- que se pongan a trabajar sobre un proyecto integral. Ya basta de puro folklore y la fiesta perpetua, escaparate para el lucimiento de funcionarios (as). Y que éstos o allegados al gobierno de Salomón Jara, dejen de meter su cuchara en la selección de las delegaciones de La Guelaguetza o solapar a líderes de sindicatos mafiosos –como les llamó AMLO- que alientan la violencia y trastocan la paz social. 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Denigrante y patético el papelito de la reciclada diputada federal, Irma Juan Carlos, de Morena. Cuando se discutía en la Cámara federal elevar a rango constitucional la igualdad salarial para hombres y mujeres, con prioridad para la comunidad indígena y afro-mexicana, quiso hacerse la graciosa. Taparse los oídos y decir que “tenía otras prioridades”: ir al baño. Lo dicho: cambiaron el comal por la curul.

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